Nuestra congregación potencia el desarrollo integral de niños y jóvenes a través de la educación en todas sus formas, fiel al espíritu de su fundadora Claudina Thévenet.
Jesús-María, desde el año 1850 en que funda su primer Centro en España, quiere acompañar al alumnado en el descubrimiento del Evangelio y de la experiencia de la bondad de Dios. Formándolos en el respeto a la dignidad de toda persona, se les anima a comprometerse por una sociedad más justa y solidaria.
Queremos formar a los jóvenes en el respeto a la dignidad y animándoles en el compromiso por conseguir una sociedad más justa y solidaria.
Por ello, ofrecemos una educación:
Cristiana, en diálogo profundo y coherente entre fe, cultura y vida.
Cuya referencia es Jesús y su Evangelio en todas sus acciones educativas.
Atenta a cada persona.
Sensible a los problemas del mundo, abierta a la esperanza y comprometida con la realidad.
Enraizada a nuestro tiempo y nuestro mundo, consciente de la realidad social y cultural de nuestro entorno.
Creando en sus centros un ambiente de familia, de trabajo en equipo y cooperación.
De acuerdo con las leyes vigentes, se opta a una financiación pública, a fin de garantizar una educación de calidad para todos.
En resumen, siguiendo el estilo de Claudina Thèvenet, nuestros centros se caracterizan por:
Nuestra congregación religiosa es consciente de la importante tarea que tenemos en el proceso educativo. Como acompañantes en estas etapas educativas, buscamos la autonomía y la responsabilidad de las mujeres y los hombres del futuro.
Y tratamos de ofrecer de modo continuo respuestas personalizadas a cada niño y a cada circunstancia. Siempre promoviendo los siguientes puntos.
Valoramos la escuela como medio privilegiado para la evangelización y procuramos crear comunidades educativas que vivan y transmitan los valores de nuestra congregación religiosa.
Nuestra Comunidad Educativa está formada por todos los que compartimos el Proyecto Educativo:
Entidad titular: La Congregación de las religiosas de Jesús-María es la última responsable del buen funcionamiento de los Centros ante la sociedad, la administración y la Comunidad Educativa. Algunas de estas funciones están delegadas al Equipo de Titularidad.
Profesores y personal de administración y servicios: Participan del mismo carisma de Jesús-María y, por lo tanto, de la tarea educadora y evangelizadora de la Congregación.
Alumnos: Son la razón de ser de la misión de nuestra Congregación y los protagonistas de su propia formación y aprendizaje en sus edades más importantes.
Familias: Las principales responsables de la educación de sus hijos y colaboradores imprescindibles de la tarea educativa que ofrecemos. Es importante la relación y cooperación entre familia y colegio mediante un trato personal, frecuente y cordial.
El funcionamiento de nuestros centros es participativo. Se construye y enriquece con el trabajo en equipo y con la aportación de cada uno para hacer realidad la misión compartida. Este trabajo de la Congregación se basa en los principios de:
Corresponsabilidad en la toma de decisiones.
Subsidiariedad: Delimitación clara en el campo de acción y competencias.
Representatividad: Todos los miembros de la Comunidad Educativa tienen la posibilidad de intervenir en la marcha del Centro.
Deseamos que nuestra tarea educativa y pastoral sea liberadora, promueva una cultura de vida, se abra a la fe y suscite respeto, solidaridad y compromiso.
Asumir el carácter propio es la base de nuestra acción educativa. Compartir criterios, inquietudes e ilusiones garantiza la unidad y la participación responsable de todos.
La educación en la que creemos en la Congregación responde a una concepción cristiana de la persona, de la vida y del mundo.
Nuestro objetivo es reflexionar y crecer como comunidad promoviendo los siguientes conceptos entre los alumnos:
Para ello, desarrollamos una pedagogía basada en:
Y con una metodología:
En definitiva, entendemos la evaluación como un proceso que implica autoevaluación y coevaluación. Que alcanza todos los aspectos y dimensiones de cada centro educativo. Además de ser un estímulo y orientación constante para regular el proceso de enseñanza-aprendizaje y mejorar la calidad educativa.