La educación infantil se erige como la base fundamental para el desarrollo integral de los niños. Los principios que ha establecido la UNESCO como claves para la educación de calidad se encuentran en resonancia con los valores de Jesús-María.
La UNESCO propone una visión holística de la educación, enfocada en la inclusividad, la pertinencia, la equidad y el aprendizaje a lo largo de toda la vida. Estos principios son particularmente relevantes en la etapa de educación infantil, donde la base para el futuro desarrollo se establece de manera crucial.
La educación infantil no sólo es el punto de partida académico, sino también la fase donde los niños desarrollan habilidades sociales y emocionales fundamentales. Durante esta etapa, el juego y la exploración son métodos de aprendizaje, pero también herramientas esenciales para el desarrollo cerebral y emocional.
Claudina Thévenet, fundadora de la Congregación de Religiosas de Jesús-María, abogó por valores como la empatía, la solidaridad y el amor. Estos valores, presentes en todos los colegios de Jesús-María, son particularmente relevantes en la educación infantil, donde la conexión emocional y el apoyo son cruciales para el bienestar de los niños.
La educación de calidad en la infancia es un compromiso con el futuro. Al unir los principios de la UNESCO con los valores de Claudina Thévenet, creamos un entorno educativo que no sólo nutre las mentes jóvenes, sino también los corazones, sentando las bases para una sociedad más compasiva y justa. En este cruce entre teoría pedagógica y valores humanos, encontramos el camino hacia una educación infantil que va más allá de la mera transmisión de conocimientos, abrazando la formación integral de los individuos que darán forma al mundo del mañana.