En los últimos años, la Formación Profesional (FP) en España ha experimentado un crecimiento impresionante. Cada vez más jóvenes optan por este camino educativo que combina la teoría con la práctica y que abre muchas puertas al mundo laboral.
La FP Dual: aprender trabajando y trabajar aprendiendo
La FP Dual es una modalidad formativa en la que el proceso de aprendizaje se comparte entre el centro educativo y la empresa. Es decir, parte de tu formación se realiza en el instituto o centro de FP, y otra parte en una empresa del sector relacionado con tus estudios. Esto implica que el alumnado no solo estudia los contenidos teóricos, sino que también los pone en práctica en un entorno real de trabajo desde el comienzo o a lo largo del curso.
El objetivo de este modelo es unir educación y empleo, de manera que el alumnado adquiera competencias profesionales directamente aplicables y adaptadas a lo que las empresas necesitan. En la práctica, la FP Dual busca que los estudiantes salgan preparados para responder a las demandas reales del mercado laboral y, al mismo tiempo, se fomente su inserción profesional.
Podríamos decir que en la FP Dual se aprende trabajando y se trabaja aprendiendo. Esa es su esencia.
Aunque cada comunidad autónoma adapta el modelo a sus características, la estructura básica suele seguir estos principios:
- El estudiante firma un acuerdo o convenio de colaboración entre el centro educativo y la empresa.
- Parte de las horas lectivas se imparten en el centro, y otra parte se dedica a formación práctica y laboral en la empresa.
- Durante el tiempo en la empresa, el alumno o alumna cuenta con un tutor académico (en el centro) y un tutor laboral (en la empresa) que hacen un seguimiento conjunto del aprendizaje.
El tiempo que se pasa en la empresa puede ir desde unas pocas horas semanales hasta varios días por semana o incluso trimestres completos, dependiendo del ciclo formativo.
Ventajas de la FP Dual
Las razones por las que la FP Dual se ha convertido en una modalidad tan demandada son numerosas. Estas son algunas de las más destacadas:
- Formación práctica y real: no se aprende solo a través de libros o simulaciones, sino participando en las tareas reales de una empresa. Eso permite consolidar lo aprendido y descubrir cómo se trabaja realmente en el sector.
- Mayor empleabilidad: los datos muestran que el alumnado de FP Dual tiene una tasa de inserción laboral mucho más alta que la media. Muchas empresas contratan a quienes se han formado con ellas una vez terminado el ciclo.
- Experiencia profesional antes de titularse: al finalizar los estudios, ya se cuenta con varios meses o incluso años de experiencia práctica, algo muy valorado en el mercado laboral.
- Desarrollo de habilidades transversales: el contacto con entornos profesionales fomenta competencias como la comunicación, la responsabilidad, el trabajo en equipo, la puntualidad o la resolución de problemas.
- Orientación vocacional más clara: vivir de cerca el día a día de una profesión ayuda a confirmar si realmente ese campo de trabajo es lo que uno quiere hacer, o a descubrir otros intereses relacionados.
Para muchos estudiantes de FPB o FP, la Dual es además una forma de sentirse motivados, al ver que lo que aprenden tiene un sentido directo y práctico en su futuro laboral.
Beneficios para las empresas
No solo el alumnado obtiene ventajas. Para las empresas, participar en la FP Dual también supone una excelente oportunidad:
- Forman a futuros profesionales a su medida, adaptando su aprendizaje a las necesidades concretas del sector.
- Detectan talento joven y pueden incorporar personal cualificado que ya conoce la empresa y su funcionamiento interno.
- Rejuvenecen las plantillas y aportan nuevos puntos de vista e ideas frescas procedentes del ámbito educativo.
- Contribuyen al desarrollo económico y social, participando activamente en la formación y empleabilidad de los jóvenes.
De esta colaboración entre sistema educativo y mundo empresarial se beneficia toda la sociedad, ya que se genera un tejido productivo más competitivo y preparado.
La FP Dual en España: crecimiento y consolidación
Desde su implantación oficial en 2012, la FP Dual ha ido creciendo de manera progresiva en todo el país. Aunque comenzó como una experiencia piloto en algunos ciclos, hoy se ofrece en prácticamente todas las comunidades autónomas y en un número creciente de familias profesionales: desde administración, comercio o hostelería, hasta sanidad, automoción o informática.
Además, la nueva Ley de Formación Profesional, aprobada en 2022, integra la FP Dual como modelo general, haciendo que todos los títulos de FP tengan un componente dual, aunque con diferentes niveles de implicación empresarial según el caso.
Diferencias entre FP Dual y las prácticas FCT de la Formación profesional
A pesar de que tanto la FP Dual como las FCT (Formación en Centros de Trabajo) ofrecen prácticas en empresa, hay diferencias importantes:
Aspecto | FP Dual | FCT (prácticas tradicionales) |
---|---|---|
Duración | Prolongada (uno o varios cursos, hasta 50% del ciclo en empresa) | Breve, solo al final (300-400 horas aprox.) |
Vinculación empresa | Convenio largo y específico | Convenio solo para prácticas cortas |
Compensación económica | Beca formativa o salario (según convenio) | Normalmente no remunerado |
Peso en el currículo | Central, columna vertebral del ciclo | Complementario |
La Formación Profesional Dual representa una evolución natural de la educación hacia una enseñanza más práctica, conectada con la realidad del trabajo y centrada en el desarrollo profesional de los jóvenes. No solo facilita la inserción laboral, sino que impulsa el aprendizaje significativo y la motivación por superarse cada día.
Para el alumnado de FPB y FP, la Dual es una oportunidad para crecer, aprender y construir su futuro profesional con bases firmes. Una puerta abierta hacia el empleo, la autonomía y la satisfacción personal que surge de hacer lo que a uno le apasiona mientras adquiere experiencia y conocimientos reales.